Entre Gibraltar y Andorra nos la están jugando como en el Rey de Ionesco, al que todas las noches, sus vecinos cambiaban de lugar los mojones y señales fronterizas, y al cabo del tiempo había desaparecido el territorio de su reinado. Sólo le quedaba el Palacio. Gibraltar comenzó apropiándose de nuestras aguas para construir el aeropuerto. Y ahora ha construido, desecando la mar previamente, urbanizaciones y complejos industriales. Quizá, cuando nos roben Sotogrande, donde viven centenares de gibraltareños, se producirá una tímida reacción de protesta, que no pasara de ahí. Y de Sotogrande a la Marbella de Gunilla, que una mañana cualquiera se levantará entre piratas ingleses. Y Andorra, nación vecina, de la que son Copríncipes el presidente de la República francesa y el obispo de la Seo de Urgell, ha tomado como ejemplo el de Gibraltar y está invadiendo territorio español para construir un Parque de Energía Solar. Los de Lérida no se han apercibido de ello, y es que los de Lérida, son como son.
Para mí, que algo parecido sucede en Mónaco. Hay tantos millonarios que han elegido Mónaco para no pagar impuestos, que muchas construcciones de la parte alta de Montecarlo se hallan edificadas sobre suelo francés. Pero eso a los franceses les importa un bledo, sobre todo a los franceses ricos que tienen su dinero en Montecarlo. Y lo mismo sucede con San Marino, que es una calle, y cada vez que agrandan la calle se van metiendo en Italia. El circuito de motos de San Marino es más italiano que.....
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3 Replies to “EL REY DE IONESCO”
Que se adueñen de toda Cataluña y veremos que dicen en Francia
El asunto está en que la operación, todas estas operaciones, son como hinchar un globo. La gomita gana gran espacio en su interior y, ante la gracia y el colorido, nadie parece notar lo que el exterior pierde a costa de lo que el interior gana. Porque no se engañen, se trata de eso, de que varios se pongan las botas ganando, no es otra cosa. Todos ganan, por unos u otros conceptos, pero todos, los de dentro y los de afuera, repito, ganan. Es obvio, en caso contrario el globo no se hincharía y menos tanto y tan fácilmente.
Esto, claro está, sucede hasta que alguien, que no tiene nada que ganar, se arma del valor suficiente para pincharlo, el globo explota y todo el mundo, no solo se entera y sorprende, hasta se asusta; puñeteros globos que cosas tienen y contienen, y nosotros sin enterarnos y sin ganar nada, con lo gordos que se ponen otros.
A veces pienso si es que somos mas tontos de lo que nos permitimos admitir o es que por algunas ocultas razones, siempre suelen ser las mismas, conviene que el globo se hinche. Claro está, calculan los gordos, con la esperanza de que cuando estalle, cuando aparezca el “Diego Valor” de turno que pinche el globo, si es que llega, no lo haga en sus socorridas y sonrosadas narices. Sotogrande, bajo y alto, en sus villas, es mucho Sotogrande, discreto y soleado, protector de “llanitos”, relajados, que se tuestan a su sol. Como, no lo duden, sucede en tantos y tantos de los muchos “sotograndes” repartidos por este glorioso mundo nuestro.
Y el gentío, pobre e ingenuo, recogedor de migajas, mirando y disfrutando de como “el globo” se hincha. Angelitos.
Buenos días.
Pues que se queden las peras, el pruces, a la Colau y a unos cuantos catalufos que van y han ido siempre de superiores con respecto al resto de españoles, soberbia pura. El “España nos roba” es completamente al revés, son ellos los que roban al Estado, junto con los vascos, son los privilegiados del Reino, pero no pasa nada, alegría y a comprar peras, aunque a mí más me gustaría romper peras.