OSCURIDAD

                El criminal comunista Diáz- Canel ya ha dado órdenes de disparar contra los manifestantes. El hambre, la miseria y la prisión duelen más que la muerte, y centenares de miles de cubanos han tomado las calles de las principales ciudades de Cuba para reafirmarlo. Silencio pavoroso en la izquierda española. Díaz-Canel no inspira tanto terror como los Castro, por mucho que sea el heredero de la familia asesina. Si el pueblo cubano aguanta en la calle, un nuevo Berlín está a un paso de producirse. Pero aguantar con los ojos, las manos y las voces contra  los disparos, es muy complicado. El mundo libre aguarda, expectante, pero no adopta decisiones.

La tiranía comunista cubana pasa por los peores momentos de su historia trágica. Entre ruinas, en calles con las casas devastadas, en el paisaje de la pobreza extrema, miles de cubanos reclaman la libertad. Si el régimen cubano se derrumbara, en España temblarían muchos sinvergüenzas. Como en toda dictadura comunista, la información está cegada. El silencio de sus partidarios occidentales es síntoma de colitis aguda, pero de hoy a tres días centenares de cubanos tendrán que regar con su sangre la tierra hermana de Cuba, y la heroicidad no es una obligación. Aunque quede lo escrito anteriormente. El hambre, la miseria y la prisión son peores que la muerte.

             Noticias confusas a falta de ser verificadas apuntan a una fuga de Raúl Castro, que ha volado a Venezuela. Raúl Castro no es nada, aparte de un criminal, pero se apellida Castro. Y sin un Castro en las alturas, los cubanos se encontrarán más fuertes para conseguir su propósito. La victoria contra su cárcel. La victoria contra su miseria. Díaz-Canel puede engrosar su relación de víctimas asesinadas por decenas de miles. Pero no tiene el poder de los dos hermanos exterminadores.

Si Cuba aguanta en la calle, Cuba ganará. Y si Cuba vence, que empiece a temblar el perverso cínismo de sus partidarios españoles. Como de Venezuela, millones y millones de dólares robados a su pueblo han aterrizado en los bolsillos de sus propagandistas occidentales. Y ahí restarán las pruebas documentales. Cuando escribo, no se ha confirmado ni desmentido la huída a Caracas de Raúl Castro. De ser cierta, Cuba habrá vencido.

               En Berlín viví la caída del muro. Nadie intentó superarlo para pasar del Berlín occidental al comunista. Y muchos alemanes murieron acribillados por los disparos de los “vopos” para impedir su escapada del “paraíso comunista”.  No se conoce ningún caso de una embarcación de cubanos libres que hayan huído de las costas de Florida, en embarcaciones maltrechas, hacia Cuba. Sí en cambio, miles de casos de navegantes heroicos que alcanzaron desde Cuba las costas de la libertad. Y miles de cubanos ahogados, entregados a los tiburones, que prefirieron la muerte a la perversidad del comunismo.

              En España, los periódicos nacionales han intentado omitir la importancia de la noticia. Las subvenciones mandan. En la portada de la Razón una gran fotografía de Inés Arrimadas y un elogioso editorial a favor del ajuste del Gobierno de Sánchez. Tampoco ABC. El Mundo, muy tímido. El País, no lo leo.  De caer el régimen comunista de Cuba, en La Moncloa, en la sede de Podemos, en la sede del PSOE, en la sede del idiota de la carne, se producirán temblores. No hay que cantar victoria. Para ello es necesario que los cubanos resistan con su valor las balas del Poder. Si lo hacen, también en España vencerá la libertad que intentan robarnos. Así están las cosas. Noticias que no llegan, censura en nuestros principales medios y silencio.

             Y Europa, informada por Borrell.

                                                         Alfonso USSÍA