Doña Teresa Rodríguez de Kichi, se ha molestado de celos con Macarena Olona. Antepongo el “doña” a Teresa Rodríguez porque de unos años hasta hoy ha hermoseado en exceso. Aquel cuerpo que lucía en espléndida desnudez playera, es memoria en el olvido. Claro, que su Kichi también ha hermoseado desde que fue elegido por los gaditanos para ensuciar Cádiz. El tiempo pasa. Quién esto firma, era un junco hasta que cumplí los 50. A partir de ahí, como Kichi y doña Teresa, engordé bastante. Con el fin de poder usar los trajes que me hice a medida – entre ellos, los últimos de Collado-, moderé mis caprichos culinarios y licopódicos y he llegado a un término medio que roza la excelencia. Los trajes y las chaquetas Teba me aprietan un poco, pero puedo seguir envejeciéndolos.
Kichi no. Kichi, de haberlo tenido, se pone un traje de sus tiempos pre-munícipes y estalla. Y lo mismo sucede con doña Teresa Rodríguez, que al paso que va tendrá que pedir prestados sus fondos de armario a Cristina Almeida.
Y todo, porque Macarena Olona está guapísima con un traje de flamenca que se dispone a lucir en la Feria de Sevilla. Y si es posible, en la de Jerez y la del Puerto de Santa María, y en las de Córdoba y Málaga. A doña Teresa Rodríguez de Kichi le han tenido que confeccionar un vestido de flamenca, que los cursis dicen “de faralaes”, con los restos de un paracaídas americano de....
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5 Replies to “LA FLAMENCA”
Dale a tu cuerpo alegría, Macarena…
Con permiso, pero el mero hecho de tratar de comparar a Macarena Olona con Teresa Rodríguez de Kichi (yo no le pongo lo de doña porque chirría), me parece una estolidez como un piano de cola. La gracia, el talento y la facundia de la primera, no tiene parangón con la segunda. La gaditana Teresa, además de ser más mala que un dolor, padece el problema de incoherencia de todas las comunistas: tienen como objetivo el hacer fortuna personal a costa de los parias, a los que despectivamente llaman «lumpemproletariado» (término marxista con el que se designa a la población situada socialmente al margen o debajo del proletariado), fingiendo defender sus derechos. No en vano perteneció al grupo » Anticapitalistas» (un sarcasmo de mucha coña), organización política que funcionaba como confederación en el ámbito de España para adoctrinamiento de lelos, y que posteriormente se transformó en asociación para integrarse en el partido político Podemos, del que acabó divorciándose por desavenencias con el por aquel tiempo gran jefe «Coleta Morada». La volveremos a ver al frente de «Adelante Andalucía» (progresando hacia el abismo debería decir), para seguir mamando de las jugosas y ubérrimas ubres de la Administración. Ante personajes de esta talla, política y humana, sólo cabe decir «vade retro».
Deus, salva nos a malo!
VIKINGOS, no «viquingos».
Todo esto me recuerda probanzas alimenticias de todo tipo. Lo buenísimas que están las ensaimadas de Mallorca, la sobreasada de Sóller, las tortillas de camarones , los cocidos de garbanzos a la extremeña, entre otras alegrías culinarias allá por donde vayas mires y pruebes; todas ellas salidas de los fogones patrios. Lo de estos, gorrones de salones ajenos, solo me produce rechazo y corte de digestión.
Así que por mi pueden reventar, en la feria de Sevilla o en la del pueblo mas cercano. Son un despropósito político, una vergüenza a la putinesca; tan desgraciadamente notoria en estos momentos, por mucho que intenten disfrazar su autentica naturaleza.
Los comunistas son la mayor desgracia que ha padecido y padece el mundo moderno, lo estamos viendo y sufriendo ahora, constantemente. Ayer, hoy, mañana y pasado. Estos pájaros son sus bufones. Vaya banda.
Ay el Kichi ese y su mujer, vaya par de dos. Otra al estilo Ireno Montera. Qué pereza!