Parece ser que MoMeMaMi –Mónica, Médica, Madre y Millonaria-, está empezando a sentir el quebranto mental que le han producido las constantes bofetadas dialécticas que le propina Isabel Ayuso. Está sonada, la pobre. Y su partido político, Más Madrid, el del vago Errejón y la pija Maestre. Se han propuesto solicitar que en determinados barrios de Madrid los carteles y placas municipales se escriban, además de en español, en árabe, bengalí y wolof. Eso, para confraternizar.
Llevo una larga temporada viviendo fuera de Madrid. Procuro pasar por mi ciudad y cuna todos los meses, y creo que Mónica García tiene razón y que su solicitud es un acierto. Que Madrid ha experimentado una arabización notable, aunque inferior a Barcelona, es un hecho. Pero en mi última visita me ha sorprendido la cantidad de bengalíes que viven en el Foro, y el número creciente de wolofios. Es la primera vez que he oído y leído que existe un idioma llamado wolof, que lógicamente es el que se habla en Wolofia, respetable nación que ignoro dónde se sitúa. Mónica García no quiere que los wolofios se muevan por Madrid sin saber hacia dónde se mueven, y de ahí la brillante idea. Claro, que puestos a traducir a otros idiomas las placas municipales, se podría optar por el guaraní o el swahili, que lo hablan muchos más pobladores de nuestro planeta tierra que los dominadores del catalán y el vascuence, que son....
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3 Replies to “WOLOFIA”
Sr. Ussía para estos casos conviene acudir a Google, mal que nos pese, se encuentra de casi todo.
Wolof, idioma de Senegal según dice Google. Ahí es nada, hace mucho que no visito Lavapiés, supongo que es donde habrá una mayor concentración de wolofíes en la capital.
Que la tipeja esa esté cobrando un sueldo salido del bolsillo de todos, me enerva.
No tenemos remedio.
Debo estar equivocado.
Yo me conformaría con algo tan español, elemental, sencillo, normal, lógico, necesario y constitucional como entiendo que es que en toda España se pueda hablar y estudiar en español. Que alguien, ADEMÁS, quisiera aprender aranés, vasco, bable, catalán o castúo me parece de perlas y si quiere, para rizar el rizo, saber expresarse y estudiar en todos ellos a la vez e incluso en wuahily,- lo escribo así porque no se como se escribe ese idioma en su idioma, y porque me da la gana ponerlo como entiendo que más o menos se pronuncia,- mejor que mejor. Alabaría su capacidad, dedicación y abnegado esfuerzo para emular y ser digno de Champollion o del cardenal Mezzofanti.
Todo eso, como digo, me parece muy bien. Como si quieren roturar en Madrid las calles en treinta idiomas. Lo que no me parece bien e incluso me resulta aberrante es que en algunas zonas de España no se pueda hablar,(te la juegas, por ejemplo en las «tabernikólas», de las vascongadas), entenderte ,aunque lo hablen, hasta ahora perfectamente, como los Senadores, que necesitan, vaya juerga, traductores, ni leer, en el Español que habla, derecho constitucional, toda España, ni rellenar documentos oficiales. Que le manda huevos. Estamos entre alelados y lelos.
En la Historia Universal de Cantú se recogen muchas de las lenguas marginales habladas en las diferentes regiones europeas, entre ellas las de España y sus regiones, y les puedo asegurar que son multitud; cada valle podría reclamar el suyo y volver a Babel, incluso las variantes del silbo de la Gomera.
Mientras el ingles se protege, impone y lidera el mundo con sus exigencias, en España nos dedicamos a echar por tierra nuestro magnifico y gran idioma. Nosotros mismos, increíble, acérrimos enemigos de lo que es la esencia de la otra mitad de España y lo, universalmente, español.
Habrá que añadir a las famosas dos Españas machadianas, la España tonta del S.XXI y sumarla a la vaciada y ahora, como muchos de los preclaros cerebritos de nuestros políticos nacionales, seca como la mojama.
Nada, animo y a aprender, como mínimo, tagalo para andar y orientarse por Madrid, según la izquierda tonta que pulula por sus calles.
Que cosas, pero que cosas, con la que tenemos encima. De verdad somos tan tontos los españoles, en su conjunto, que permitimos lo que nos están haciendo: despersonalizándonos y arruinándonos, entre otros abusos y lindezas.
No puedo creerlo. Espero que sepamos reaccionar a tiempo.
Creo que, a MoMeMaMi, habría que añadirle la única vocal que le queda, poniendo, de esa manera, remedio a tan fatal descuido, renombrándola MoMeMaMiMu (Mónica, Médica, Madre, Millonaria y Muermo, porque tediosa y aburrida lo es hasta el hastío), que, además de completar las vocales, le hace más y mejor justicia. Además, con esta modificación, su nombre, para mayor gloria, podría perpetuarse incorporándolo al «silabario Catón», siendo cantado por los coros de párvulos con acompañamiento de los maestros para fijar las vocales en la mente de los peques. No quiero ni imaginarme la emoción que sentiría la susodicha, cuando, al pasar frente a las escuelas preescolares, le llegase a sus pabellones auditivos el infantil y tierno sonido musical del Mo-Me-Ma-Mi-Mu… ¡Sencillamente conmovedor! Le saltarían las lágrimas, seguro.