Prometo con solemnidad que este texto es el último que escribiré de Casado, siempre que Casado prometa con solemnidad que no va a seguir haciendo el tonto. Es muy aburrido escribir de Casado. Lo cierto es que escribir, en principio, es un aburrimiento torturador.
Mi inolvidado amigo Antonio Mingote, uno de los pocos genios de la España del siglo XX y principios del XXI, dibujaba y escribía con maestría suprema. Su capacidad de síntesis era admirable. Fue un notable y cumplidor académico de la RAE. Y afirmaba que podía estar dibujando diez horas seguidas sin sufrir cansancio ni quebranto, pero a los diez minutos de ponerse a escribir, sudaba como un pollo.
Hay días en los que todo surge con más facilidad, la idea y la búsqueda de la palabra adecuada por ponerla en su sitio y lugar. Otros días, como hoy, con la mirada puesta en Ucrania, escribir de cualquier cosa se antoja una frivolidad. Pero no tengo datos concretos ni aproximados de las consecuencias del primer gran ataque a los ucranianos por parte de los rusos. Ucranianos, que así....
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2 Replies to “ÚLTIMA VEZ”
Bueno, compartimos el bostezo. Lo de Casado, ya agua pasada, no moverá ningún molino, aunque aún le queda por exhalar el último estertor. Su epitafio será «cuándo yo sea presidente». Claro que, tal vez, podrá ver realizado su sueño si le admiten como presidente de su comunidad de vecinos, algo que también está por ver. Una promesa: tampoco yo volveré, ni de palabra, ni por escrito, a mencionar a este personaje. No me cae ni bien ni mal, simplemente no me cae. Es, o al menos ha sido, un personaje timorato, dubitativo, voluble, políticamente inconsistente y, lo peor de todo, ha demostrado una vileza y mezquindad incompatible con una buena persona, especialmente con alguien que aspiraba a la más alta magistratura del Estado. Su comportamiento con Cayetana y con «su amigo Santi» son sólo dos ejemplos palmarios de lo afirmado. Sí, ya sé que alguien me puede recordar al individuo que hoy tenemos como presidente del Gobierno; pero, la respuesta es clara: un error no se puede solucionar con otro. Ya los ciudadanos de este país se han equivocado una vez, esperemos que eso no se repita de nuevo. El primer error siempre es mérito del artero que ha inducido a ello, pero el segundo es adjudicable, exclusivamente, a la candidez del engañado.
En cuanto a Egea, a quien Dios confunda, es un personaje siniestro, conspiranoico, muñidor de intrigas, «facedor de entuertos» y experto en arrojar la piedra escondiendo la mano. Fue el principal artífice del «affaire Ayuso» a quien Casado, con gran torpeza, dio su visto bueno, encendiendo la mecha del barril de pólvora sobre el que estaba sentado. No sé por que derroteros encauzará su futuro fuera de la política el ex secretario general, pero, como astucia y osadía no le faltan, no me extrañaría que, tal como apunta Ussía, pudiera crear una Federación Española de Lanzamiento de Huesos de Aceituna; fuera su primer presidente; lo incluyera como deporte olímpico, e incluso, llegare más allá: participar en Los Juegos Olímpicos de París 2024. Para un personaje como este, todo es posible.
En resumen: dos personajes para el olvido. Un tándem de pájaros que causan alipori, y que, si un «viento del noroeste» no barre el aroma que han dejado en Génova 13, el «charrán» del PP tardará mucho tiempo en levantar el vuelo.
Pax tecum et me.
Para dejar de hablar de Casado tendría que haber desaparecido de la escena ya, pero no lo ha hecho, y es posible que vuelva a dar algún titular. Para mí que está a la espera de que Lola le eche un capote, dada su amistad con Peter. Todo sucio y deleznable.
A mí, precisamente por ese aspecto de niño que no ha roto un plato, me asombra más su naturaleza, contraria a esa imagen que proyecta. Por sus obras los conoceréis.