Desde que se ha enterado que por su culpa, y sólo por su culpa, Rusia puede ser expulsada del festival de Eurovisión, a Putin no le cabe la camisa en el cuerpo. Este año, los rusos estaban muy ilusionados con su canción, y los de Eurovisión no están para bromas. O Putin saca los tanques, los aviones y la infantería de Ucrania, o no se interpreta la canción rusa. Claro, que lo imposible de devolver por parte de Putin son los muertos. Los soldados y los civiles masacrados por el formidable poder militar de Rusia. Un poder que se pone en marcha sin necesitar de la aprobación de la Duma. Todo lo decide Putin, como antaño Andropov, Breznhev, Kruschov, y de ahí para atrás, Stalin y Lenin.
Lo que sí molestaría, y mucho, a los rusos, que son grandes aficionados a los deportes, sería su expulsión del COI, de la FIFA, de la FIBA, de la UEFA y de todas las asociaciones internacionales deportivas. Es un modo de aislamiento. Siempre injusto, por cuanto hay muchos deportistas rusos que lamentan profundamente los terribles acontecimientos de Ucrania. A Putin, las medidas económicas que pueda adoptar contra Rusia el presidente de los Estados Unidos, Biden, le molestan menos que un pellizco cariñoso.
En la economía actual, todas las restricciones se saltan....
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5 Replies to “EL TEMBLOR DE PUTIN”
¿Y la retirada-expulsión de los embajadores para cuándo se deja? ¿Para cuando veamos a los tanques rusos a las puertas de Estocolmo o Helsinki?
Dada la importancia que Putin ha concedido a la Diplomacia, no se me ocurre respuesta más apropiada.
Finanzas, Diplomacia y Deportes.
Desgraciadamente, después de los graznidos de USA y la UE, que, en corto tiempo quedaran en un ridículo pio, pio, lo que quedará será una Ucrania supeditada a Putin, muchas familias llorando sus muertos sin nadie que les alivie su dolor y todo lo demás en el estado que estaba. Ni sanciones ni privaciones de nada. Rusia volverá a estar en todos los saraos mundiales, pero con sus deberes hechos. Los que se propuso Putin. Y esto será sólo el comienzo. Ya se sabe que Rusia, de las manos del nuevo zar, tiene como objetivo volver a reconstruir su antiguo imperio. Y, sin duda, que lo hará. Paso a paso, pero lo hará. Los demás lo único que harán será verlas venir. Pequeños berrinches pasajeros y después la nada.
Pax vobiscum.
Que Putin es un genocida bolchevique está más que demostrado. Fue y sigue siendo el jefe de los terribles servicios secretos de la KGB. Todo el mundo pudo ver como dejaba morir a la tripulación del submarino nuclear «Kursk», por no hablar de los envenenamientos sistemáticos con polonio a los que no piensan como él.
Otra cosa es que en el Tratado del Atlántico Norte (OTAN) queda claro que los países no nombrados en dicho pacto quedan fuera del paraguas de la OTAN. Entre otros países que no quisieron entrar en su momento están por ejemplo Ucrania, Suecia, Finlandia o Suiza. Con toda la rabia y la impotencia que produce la agresión de Putin a Ucrania ahora no vale lamentarse y pedir que la OTAN empieze una confrontación con Rusia, apoyada seguramente por nada menos que la China comunista para «salvar» a Ucrania. Los regímenes criminales de Rusia y China no dudarían ni un segundo en apretar el botón atómico en caso de guerra contra Occidente, les importa nada la Humanidad y el planeta.
Eurovisión es una horterada AHORA, pero hasta mediados de los 90 o así mantuvo un buen nivel de calidad.
Nuestro presidente con cara compungida exigiendo a Putin que pare. Le veo que coge el teléfono y llama a Putin para amenazarle con llevar a las de la manifestación del 8M a parar la guerra, mientras las risas de Putin se oyen en todo el planeta.
Pobre gente, como no están en la OTAN pues no les va a ayudar nadie, el miedo a una escalada mayor y una extensión de la guerra, paraliza cualquier acción más allá de acciones simbólicas, que no le van a hacer ningún daño, lo cierto es que es un individuo muy peligroso y no sabemos cuáles son sus planes y hasta donde es capaz de llegar.