El periodismo necrológico o funerario tiene su esquina divertida. No recuerdo quién lo matizó, creo que Bernard Shaw. “El periodismo consiste en destacar como gran noticia que ha fallecido Robert Lawson, cuando los lectores no tienen ni idea de quién era Robert Lawson ni a qué se dedicaba”.
El Duque de Bedford, suscriptor del “Times”, consideraba que lo que no se publicaba en su periódico, no había ocurrido. Se reponía, ya a edad avanzada, de una intervención quirúrgica, cuando en la sección de Sociedad, subsección de “Fallecimientos”, leyó una noticia de urgencia que le dejó patidifuso: “Su Gracia el Duque de Bedford falleció ayer en Londres”. Bedford, no quedó patidifuso al leer su óbito londinense. Su patidifusión no fue otra que comprobar que su periódico se había equivocado por primera vez en la historia de tan prestigiosa cabecera. Llamó al Director, y éste se disculpó. Visitó al Duque en trance de recuperación y llegaron a un acuerdo. El propio Duque desestimó el ofrecimiento del Director del “Times” de anunciar que la noticia de su muerte era falsa. Y llegaron a un acuerdo. Si el “Times” jamás se equivocaba, Bedford no quería ser el motivo de su error. Al día siguiente, en la sección de Sociedad, subsección de “Natalicios” se publicó la siguiente noticia: “Ha nacido en Londres Su Gracia el Duque de Bedford”...
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One Reply to “PERIODISMO FUNERARIO”
Me conformo con que no le pase algo parecido a España.
De las entretelas del relato de hoy, leyendo entre líneas, se podría extraer alguna consecuencia; posiblemente mas allá incluso de la propia intención del autor.
Las noticias malintencionadas, disfrazadas de simples errores muchas veces hacen un tremendo efecto, el inicial. Las rectificaciones no las suele leer nadie, o casi nadie, y no tiene la misma difusión, el impacto, en consecuencia, es mucho menor. El mal, el perjuicio o lo que se pretenda conseguir, está hecho.
En este caso. El Duque estaba vivo, aunque muchos se alegraran de la noticia de su muerte, seguro. Su posterior renacimiento lo considerarían, esos muchos, disculpas de mal enterrador y mas de uno, de entre todos ellos, estaría dispuesto a demostrar a los demás que efectivamente el Duque murió y que la noticia falsa, que lo era, es la del nacimiento, Estarán conmigo en que ciertamente les asiste la razón, no volvió a nacer, noticia claramente falsa. Así que lo mejor, ya que estamos, mira tu por donde, y para no desprestigiar al periódico, es aprovechar la ocasión y matar al Duque, ya que el periódico, su periódico, nunca se confunde ni se ha confundido en toda su existencia. Pensado, dicho y hecho. El primero en defender su primera muerte es el propio Duque, si pudiera que ya no puede porque, ahora si , de verdad, de verdad, esta muerto, y bien muerto desde esa primera vez. Muerte claramente defendida por él mismo al no desmentirla y terminar de confirmarlo con la falsa noticia, demostrada falsa obviamente, de su posterior nacimiento. Muerto está, que yo lo vi. Testigo de descargo de todo posible cargo el propio muerto que ahí está, muerto.
Señores, el crimen perfecto.
Algo parecido están haciendo muchos españoles con España, o pretenden hacerlo.
Créanme aquí, por lo que en general estoy viendo, somos capaces de eso y de mucho mas.
Ahora, además, cuentan con la ayuda del Papa; al que curiosamente defiende la izquierda comunista mas radical y anticatólica. Preocupante defensa, viniendo de donde viene.
España, Francisco, acordémonos del Duque.
Que tengan buen día.