Lustros ha que no discuto la extraordinaria trayectoria interpretativa de los hermanos Bardem. Quizá el motivo de mi serenidad se deba a que jamás he visto una película en la que intervengan los hermanos Bardem. Con los hermanos Bardem que no se apellidan Bardem me sucede lo mismo que con los sesos rebozados. Los tolero con mucha educación a pesar del asco que me producen los sesos rebozados, que jamás he probado ni probaré. Y con las criadillas, los riñones y demás repugnancias de casquería.
Tampoco me considero autorizado para calificar la categoría profesional de Guillermo Toledo, Pepón Nieto y demás cómicos de nuestro cine. No veo cine español. Me basta y sobra con financiarlo sin que nadie me haya solicitado permiso para usar mi dinero en beneficio de esa banda de gorrones. Y nada tengo personal ni anímico contra los Bardem, que por otra parte son dueños de pensar y decir lo que se les antoje porque son ciudadanos de una nación, todavía libre, que respeta la.....
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3 Replies to “BANDA DE GORRONES”
Carlos es el loco y enfermo que metió el empoderamiento, el feminismo extremo, crímenes machistas en una serie como El Cid… cuando en el segundo capítulo la infanta del Reino de Leon descubre a su madre la reina con un moraton en el ojo y pregunta a su madre “ ¿Madre que ha pasado?” Y la Reina contesta “ me caí por las escaleras”. La infanta enfurecida va a ver a su padre el Rey y le dice” como vuelvas a poner la mano encima a mamá, se lo digo al Rey de Castilla”… en ese momento dejé de ver la serie. Estas mentes enfermas que con millones de presupuesto aprovechan para meter a pulso sus monsergas en una serie ambientada en el siglo XI, no son actores ni productores , son enfermos adoctrinadores. Por otro lado los campos de batalla llenos de hombres sacándose los hígados y muriendo ensangrentados y sin ninguna mujer en ellos, estos enfermos nada dicen del techo de cristal ni de la cuota por sexo-a-e en su absurdos razonamientos. Enfermos!
Así son, y así todos ellos, salvo honrosas excepciones que por excepcionales llaman la atención, el restos, los mas, son como las ristras de chorizos, todos iguales. Seria hasta gracioso, su golfería chusca, si no fuera por las consecuencias del sistema, de la perversión intelectual, física y social, que conduce a la miseria, muerte, privación de derechos y libertades, a millones de personas. Mientras ellos y muchos como ellos alientan que el sistema comunista, masacrador, perdure se desarrolle e imponga, como estamos viendo en medio mundo en los momentos actuales.
El espectáculo que ofreció ayer el gobierno, con minúsculas, español con sus declaraciones, comparsas cobardes, es digno de estar entre los despojos de esa casquería tan aborrecida por Alfonso Ussía pero que al lado de estas gentes, si la comparásemos, con perdón para los cascajos, son manjar de dioses.
Por cierto, a mi, bien preparados, me encantan los despojos: los sesos rebozados, los riñones al jerez con arroz en blanco, y demás porqueriitas fantásticas que ofrece nuestra magnifica y tan socorrida cocina española. Los entresijos de Embajadores, pasados de aceite, no tanto, mas bien nada, pero por unos buenos callos a la madrileña daría mas de la mitad de todo el cine español y como propina añadiría a los Barden en su conjunto, metidos, para que tengan sitio, como si se tratase del hospital judío de marras, en un buen esportón de esparto.
Se les podría facturar, se me ocurre, como antiguamente se hacia, por Navidad, con los pavos que se mandaban del campo a Madrid, directamente a La Habana, para que sean consecuentes se relajen y curen de espanto. Que falta les haría.
Si quieren, ya que tienen posibles de sobra, se pueden llevar de comparsa a medio gobierno, encabezado por su presidente; ese llevaría su propio Falcón, lo que ayudaría a rebajar la factura. Aunque bien pensado no les hace falta, como buenos comunistas que son, ellos y la comparsa, rebajar nada. Será por dinero, faltaría mas, tienen para ¨asar una vaca¨ que diría su enterado compañero andaluz.
Si, si no fuera por la cantidad de sufrimiento y las desgracias que acarrea todo esto, seria para tomarlo a broma, pero cuanto está sucediendo, dentro y fuera de España, no es ninguna broma, ni mucho menos.
La autentica Pandemia, por desgracia, no está precisamente en los hospitales.