Este verano tengo alguna boda de presencia obligada. Por otra parte, me han aconsejado fortalecer los antebrazos, eliminar estómago, endurecer las corvas, y ensanchar de hombros. Todo es posible, pero necesito con urgencia 11.000 euros y no los tengo. Esos 11.000 euros son los que cuesta, drenaje linfático arriba, drenaje linfático abajo, una estancia de cinco días en el Palace Merano, del que termina de salir de dulce esa mujer tan sencilla y natural conocida por Victoria Beckham.
En ese establecimiento del norte de Italia son inmejorables los baños de barro. Los baños de barro son los baños que más ensucian, y además queman la piel, pero al cabo de unos días, ésta se vuelve suave y tersa como pompis de príncipe recién nacido. Previamente bañado de barro, se procede a los masajes de drenaje linfático. Son imprescindibles para asistir a una boda elegante. Antes no me daba cuenta de nada, pero ahora, con la capacidad de observación agudizada por la edad, sé distinguir a la perfección en una boda quién se ha dado, y quien ha rechazado, los masajes de...
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4 Replies to “NECESITO ONCE MIL”
Genial
Profesor, Dalí contaba a su amor, Carlos Lozano: «Hay mucho que ver, ¡y que oler! En Venecia hubo un famoso burdel en el que las putas comían alimentos perfumados preparados por un alquimista. Su especialidad: pedorrearse en la cara de sus clientes. Los caballeros podían elegir entre las más variadas fragancias…
C´est colossal!» (en «Sexo, surrealismo, Dalí y yo»)
Ireno, necesita esos once mil para su propio tratamiento rejuvenecedor. No cuente con ellos.
Tiempo atrás, cuando leí la noticia del tratamiento de Victoria Beckham en tan sofisticado y exclusivo Palace Merano, y lo reluciente y lozana que había salido del susodicho lugar, después del voluntario y, creo entender, placentero encierro, me había entrado el gusanillo de la curiosidad por saber algo más de ese lugar de restauración humana. La verdad es que tengo una boda a la vista y, dado que los años vividos nos van dejando alguna que otra huella, amén del polvo del camino, había llegado a considerar que podría probar, sino todos, algunos de sus tratamientos. Si bien es cierto que los 11.000 € del ala, más los nada despreciables gastos complementarios, provocan, aunque no se padezca de crometofobia, un cierto efecto disuasorio, lo que finalmente me ha decidido a desistir es el comistrajo alimentario, más propio de los bovinos, que forma parte de la compelida dieta, además de los asquerosos baños de barro y la dificultad para elegir el aroma para las sesiones de hidroaromaterapia, dado que soy alérgico a la hedentina. En fin, una pena. Tendré que afrontar el compromiso nupcial con lo puesto, a pesar de que tal circunstancia me provoque una cierta disforia.