Llevaba tiempo de malos sueños. Insomnios y preocupaciones. Hoy he dormido seis horas de un tirón, y me siento rejuvenecido, reconfortado y agradecido. Soy crédulo e inocente, pero en esta ocasión, creo que mi gratitud a Pedro Sánchez está bien invertida.
Días pasados lo vi en una de sus televisiones privadas, creo que en Antena 3. Buen aspecto, excesivamente maquillado en zanahoria, pero directo y convincente. No oculto que una lágrima fluyó de mi ojo derecho al cuello de mi camisa cuando la sincera y limpia criatura nos anunció que en el mes de julio todos los españoles estaríamos vacunados, y que para ello, España en su nombre, había adquirido 70.000.000 –setenta millones, por si algún podemita me lee y se le atragantan los ceros-, de vacunas.
-¡Es un fenómeno!, ululé. Yo, cuando emito una exclamación gozosa y profunda, ululo. Al fin, todos vacunados.
Ahora entiendo la ayuda a la compañía aérea con un solo avión de 53.000.000 millones.....
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