Pocas cosas más relacionadas con la estupidez que un duque resentido. Mi compañero de colegio Félix De Ramón Mogrovejo-Alto fue un niño feliz, simpático y de acrisoladas virtudes. Pero falleció un tío, sin descendencia, y heredó el Ducado de Pomoño, y el Marquesado de Chon. No pudo sobrellevar sus noblezas. Apenas tres meses más tarde, el flamante Duque de Pomoño y Marqués del Chon, entregó su alma a Dios voluntariamente, lanzándose desde un altozano al fondo de un barranco, como en el “Castelo Sangrienti” de Luis Martínez Valdés, “Ludi”, un genial y olvidado poeta festivo gijonés.
Lo de siempre. La hija del Barón de Chente Mata que se da un magreo con un “sportman” creyendo que su padre no veía la escena, y la vio. “Le Patre, qu´era un Nerone,/ observó l´operachone/ desde un huerti exhuberanti/......
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3 Replies to “EL DUQUE RESENTIDO”
No se irán. Los echaremos a «papeletazo» limpio y democrático, que es lo que más les puede doler
Lo dudo.
Bravo Don Alfonso, con sus artículos permite que todos nos desahoguemos un poco y a través de su pluma les digamos a estos canallas lo que de otra forma no podríamos. Enhorabuena