Para medir ocho minutos de ovación unánime es indispensable compararlos con los minutos de silencio previos a los partidos de fútbol, que son interminables. Un minuto de placer pasa en un suspiro y un minuto de dolor parece no tener fin. Uno de los genios universales de España, Plácido Domingo, fue linchado por una denuncia falsa y a destiempo de una cantante con más conchas que voz. El gran tenor no ha sido juzgado ni condenado. Y después de verse despreciado y ninguneado en los grandes teatros del mundo, el Auditorio de Madrid le aclamó como jamás lo había hecho con otro artista. No obstante, las tontas se han sentido molestas, especialmente Irene Montero y Mónica García.
No se ha probado nada de nada, y Plácido es un genio libre que ha sabido emerger del hundimiento social al que fue sometido por estas locas de las historietas con carácter retroactivo. Y además de un genio libre...........
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One Reply to “DON PLÁCIDO”
Artículo exquisito. El final atronador. Profesor, podrías haber sido pirotécnico valenciá. Final de mascletá gloriosa.
“Las inquisidoras están que trinan. Que trinen. Que mujan. Que barriten.”
Bestial.
Arte!